Multiples Aplicaciones del Ozono en los Hospitales

beneficios del ozono en los hospitales

En los hospitales, donde la limpieza y la desinfección son fundamentales para prevenir infecciones y garantizar la seguridad de los pacientes, el uso del ozono ha ganado terreno como una herramienta eficaz y respetuosa con el medio ambiente. El ozono (O₃), un gas compuesto por tres átomos de oxígeno, es conocido por su alta capacidad oxidante, lo que lo convierte en un potente desinfectante capaz de eliminar bacterias, virus, hongos y otros patógenos en diferentes superficies y en el aire. En un contexto de creciente resistencia a los antibióticos y el riesgo de infecciones nosocomiales (infecciones adquiridas en el hospital), el ozono se presenta como una alternativa innovadora para mejorar la higiene hospitalaria sin los efectos negativos de los desinfectantes químicos tradicionales. Se abordará el uso del ozono en hospitales, sus beneficios y desafíos, y su impacto en la lucha contra las infecciones hospitalarias.

 

Propiedades del ozono y su aplicación en hospitales

El ozono se genera de manera artificial mediante descargas eléctricas en el aire, transformando el oxígeno (O₂) en ozono (O₃). Su capacidad para eliminar microorganismos se basa en su acción oxidante, que descompone las membranas celulares de bacterias y hongos, inactiva virus y destruye compuestos orgánicos volátiles. Al ser un gas altamente reactivo, el ozono actúa rápidamente y se descompone en oxígeno después de su uso, lo que lo hace atractivo para aplicaciones hospitalarias en las que es crucial evitar residuos tóxicos o químicos.

El ozono se puede aplicar en hospitales de diferentes maneras, ya sea para desinfectar habitaciones y quirófanos, purificar el aire en áreas comunes, tratar el agua en sistemas de esterilización o desinfectar equipos médicos y superficies críticas. Su versatilidad permite que sea empleado como parte de los protocolos de limpieza para mejorar la seguridad y la higiene en diferentes contextos dentro de los hospitales.

 

Beneficios del uso del ozono en hospitales

  1. Eficiencia en la eliminación de patógenos

El ozono ha demostrado ser altamente eficaz en la eliminación de patógenos comunes en entornos hospitalarios, como Staphylococcus aureus, Clostridium difficile, y virus como el de la influenza y el SARS-CoV-2. Según un estudio de Hudson et al. (2009), el ozono puede reducir significativamente la carga microbiana en superficies hospitalarias, incluidas aquellas de difícil acceso, como las camas de hospital, cortinas y áreas críticas como los quirófanos. Esto es especialmente importante para combatir infecciones nosocomiales, que son responsables de una elevada morbilidad y mortalidad en hospitales de todo el mundo.

El ozono es capaz de penetrar en materiales porosos y textiles, lo que lo convierte en un recurso útil para desinfectar tapicería, colchones y cortinas, donde los patógenos pueden proliferar. Además, su capacidad de purificar el aire al eliminar virus y bacterias suspendidos reduce la transmisión de enfermedades respiratorias entre pacientes y personal médico.

 

  1. Desinfección sin residuos tóxicos

Una de las ventajas más notables del uso de ozono es que no deja residuos tóxicos. A diferencia de los desinfectantes químicos tradicionales, como el cloro y los compuestos cuaternarios de amonio, que pueden dejar trazas perjudiciales para la salud y el medio ambiente, el ozono se descompone rápidamente en oxígeno. Esto lo convierte en una opción más segura tanto para los pacientes, que pueden tener sensibilidades o alergias a los productos químicos, como para el personal médico que está expuesto regularmente a productos desinfectantes.

Esta característica hace que el ozono sea ideal para áreas sensibles como las unidades de cuidados intensivos (UCI) y las salas de recuperación, donde se requiere un ambiente extremadamente limpio y seguro, pero también se debe minimizar la exposición a productos químicos que puedan comprometer la salud de los pacientes.

 

  1. Reducción de la resistencia microbiana

El uso excesivo de productos antibacterianos y desinfectantes en los hospitales ha contribuido al desarrollo de bacterias resistentes, lo que ha complicado la lucha contra las infecciones nosocomiales. El ozono ofrece una solución a este problema, ya que su mecanismo de acción oxidante es tan fuerte que no genera resistencia microbiana. Esto es crucial en la prevención de infecciones por bacterias multirresistentes, como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) o el Clostridium difficile, que son particularmente difíciles de tratar con métodos convencionales.

De acuerdo con Marín et al. (2018), el uso de ozono en hospitales puede complementar y fortalecer los protocolos de desinfección al proporcionar una barrera adicional contra la propagación de infecciones resistentes a los antibióticos.

 

  1. Purificación del aire en espacios hospitalarios

El aire en los hospitales puede estar contaminado por microorganismos patógenos, alérgenos y compuestos orgánicos volátiles (COVs), que pueden causar problemas respiratorios y contribuir a la propagación de infecciones. El ozono es eficaz en la purificación del aire al destruir partículas microbianas y eliminar olores en áreas de alto tráfico, como salas de espera, pasillos y áreas de aislamiento.

Un estudio realizado por Ferreyra et al. (2020) demostró que el uso de ozono en sistemas de purificación de aire puede reducir las tasas de transmisión de enfermedades respiratorias entre el personal médico y los pacientes. Esto es especialmente importante en la actualidad, dado el impacto de la pandemia de COVID-19 y la necesidad de mantener el aire lo más limpio posible en entornos cerrados.

 

Desafíos y limitaciones del uso del ozono en hospitales

A pesar de sus múltiples beneficios, el uso del ozono en hospitales no está exento de desafíos. El ozono, en concentraciones elevadas, puede ser irritante para las vías respiratorias humanas y los ojos, por lo que su aplicación debe realizarse bajo estrictas normas de seguridad. Las concentraciones de ozono deben ser controladas para evitar que superen los límites recomendados por las autoridades sanitarias.

Además, aunque el ozono es eficaz para desinfectar superficies y el aire, no es adecuado para todas las aplicaciones. Por ejemplo, no es tan efectivo para eliminar ciertos tipos de residuos orgánicos, como sangre o fluidos corporales, lo que significa que debe ser complementado con otros métodos de limpieza tradicionales en algunas áreas críticas, como quirófanos o salas de cirugía.

Otro desafío es la inversión inicial en equipos generadores de ozono, que puede ser significativa para los hospitales. Si bien a largo plazo el uso de ozono puede reducir la dependencia de productos químicos costosos, la implementación inicial puede ser un obstáculo para algunos centros de salud con presupuestos limitados.

 

Conclusión

El ozono se está consolidando como una herramienta valiosa en la desinfección hospitalaria, ofreciendo una solución eficaz para eliminar patógenos y purificar el aire sin dejar residuos tóxicos. Su capacidad para reducir la transmisión de infecciones, mejorar la calidad del aire y prevenir la resistencia microbiana lo convierte en una alternativa atractiva para los hospitales que buscan mejorar sus protocolos de limpieza y desinfección. Sin embargo, su aplicación debe realizarse bajo estrictas normas de seguridad para evitar efectos adversos, y debe ser complementada con otros métodos de limpieza tradicionales cuando sea necesario. A medida que los avances tecnológicos hacen que los generadores de ozono sean más accesibles, es probable que su uso en hospitales continúe en aumento, contribuyendo a mejorar la higiene y la seguridad en estos entornos críticos.

 

Bibliografía

  • Hudson, J. B., Sharma, M., & Petric, M. (2009). The Use of Ozone Gas for the Disinfection of Artificially Contaminated Surfaces. Journal of Applied Microbiology, 106(4), 1153-1160.
  • Marín, A., Fernández, P. S., & Martínez, A. (2018). Ozone as a Disinfectant in Hospital Environments: A Systematic Review. Journal of Hospital Infection, 98(1), 3-12.
  • Ferreyra, A., Alzamora, S. M., & Guerrero, S. (2020). Ozone as a Novel Sanitizing Agent for Hospital Environments: Its Application in Air Purification and Surface Sterilization. Food and Environmental Virology, 12(1), 1-9.
  • Rice, R. G. (2002). Ozone for Industrial Water and Wastewater Treatment. CRC Press.
  • EPA (2020). “Ozone Generators Sold as Air Cleaners: An Assessment of Effectiveness and Health Consequences”. Environmental Protection Agency.

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